Las lluvias de las últimas jornadas están siendo recibidas por los agricultores alicantinos como una auténtica bendición. Las precipitaciones se han concentrado en las zonas más castigadas por la sequía, el centro y sur de la provincia. Así, la Vega Baja ha recibido las lluvias “como oro caído del cielo” y van a suponer un “importantísimo balón de oxígeno” para las plantaciones de la alcachofa y los cítricos. El presidente de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante, Eladio Aniorte, ha asegurado que “la campaña de alcachofa se inició con mucho miedo e incertidumbre por parte de los agricultores ante el seco verano y la situación de trasvase cero que sufrimos desde el mes de mayo. Aunque ni mucho menos estas lluvias han traído una solución al grave problema de déficit hídrico de la zona -ha explicado-, sí nos han dado una pequeña tregua para finalizar el verano. Lo que no sabemos es como encararemos el otoño sin una gota de agua y con el trasvase cerrado a cal y canto”.