Los vecinos de Callosa están de enhorabuena porque por fin uno de los mayores quebraderos de cabeza para el Ayuntamiento ha quedado solucionado. La calle Salitre está abierta al tráfico desde principios de este mes tras su cierre por hundimiento lo que afectó a cuatro viviendas. La localidad recupera así su entrada desde la vecina Redován.