Hasta ahora, los bares, restaurantes y terrazas estaban obligados a cerrar a las cinco de la tarde y a partir de esa hora solo podían servir a domicilio, mientras otros negocios seguían abiertos, como los los salones de juegos y centros comerciales. Ahora, las restricciones se vuelven más severas y el Gobierno Valenciano decide decretar el cierre total de la hostelería.