Hace dos años estuvimos en El Saladar, conociendo de primera mano las consecuencias de la gota fría de 2019. El barro en las calles y en las viviendas ya no se encuentra, pero los recuerdos de aquellos días siguen muy vivos en los vecinos de esta pedanía de Almoradí, una de las zonas más afectadas de la Vega Baja en aquel fatídico episodio.