La actividad en los centros de salud sigue siendo delicada. Los pacientes aseguran que su primera opción es acudir al médico, pero la dificultad para conseguir una cita les obliga a acudir a la farmacia como alternativa. En otros casos, el paciente ni siquiera consulta a un profesional y recurre la automedicación. Algo que incrementa los peligros para nuestra salud.