Cada 9 de marzo, las familias que buscan a alguno de sus seres queridos piden no caer en el olvido. En 2024 las estadísticas siguen confirmando la doliente realidad de las desapariciones y su impacto traumático en familiares y allegados, en especial en aquellos casos que permanecen sin ser resueltos al cabo de varios años. En nuestro entorno más cercano conocemos el caso de Henry Alejandro, en paradero desconocido desde el 1 de enero 2019.