El estado del Río Segura sigue siendo motivo de preocupación de diversos colectivos ecologistas. Su cauce, pese a los trabajos de limpieza llevados a cabo por la Confederación Hidrográfica, presenta un estado lamentable y estos han sido más que deficientes según se aprecia a simple vista. Plásticos, cañas, bolsas de basura doméstica, envases de fertilizantes agrícolas y un sin fin de desechos de todo tipo le dan un aspecto más parecido a una cloaca a cielo abierto.