La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que podría estar conectada con otros grupos criminales dedicados al tráfico de drogas en países de Europa Central. Los agentes descubrieron una importante infraestructura logística que englobaba varias localidades alicantinas, contando por ejemplo con un piso en Catral, un casa de campo en Callosa de Segura o dos chalets en la Urbanización Ciudad Quesada de Rojales.