El nuevo año empieza con un nuevo impuesto dirigido a envases de plástico no reutilizables. Hablamos de una tasa de 0,45 el kilo de plástico utilizado para fabricar envases de un solo uso. Una medida dirigida a fomentar la economía circular y a mejorar la responsabilidad del productor que los consumidores temen ver en el precio final del producto.