Catarros, enfriamientos, infecciones de garganta y alguna broquitis. Así denuncian padres y madres de usuarios de la piscina municipal cubierta que se encuentran sus hijos por el frío que pasan en la instalación. Piden al Ayuntamiento que suba la temperatura, que según ellos, no se modifica por una cuestión exclusivamente económica. El concejal de Deportes les ha dicho que a partir de enero intentará subir la temperatura hasta los 28º.